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Marco Conceptual de la DGED

En 2001, con el reconocimiento de la evaluación y del sistema de información como elementos importantes de la función rectora del sistema de salud, se creó la Dirección General de Información y Evaluación del Desempeño, de la cual, como producto de la reestructuración orgánica que experimentó la SS en 2003, surgió la Dirección General de Evaluación del Desempeño (DGED) como unidad independiente, que tuvo la encomienda principal de evaluar el desempeño de los sistemas nacional y estatales de salud, a partir del marco conceptual propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Sin embargo, las necesidades del sistema de salud y de los tomadores de decisiones motivaron que la DGED ampliara sus acciones hasta conformar el actual “Modelo integral de evaluación”, el cual se sustenta en tres dimensiones de acción, a partir de las cuales los resultados obtenidos alimentarían a diversos niveles de decisión y planeación de los sistemas de salud (nacional y estatales).

El modelo contempla un nivel macro de evaluación orientado a generar información sobre el desempeño global del sistema de salud, es decir sobre el cumplimiento de los objetivos intrínsecos del mismo, los objetivos intermedios o instrumentales y sobre el cumplimiento de metas a nivel federal y estatal, a fin de apoyar la toma de decisiones de política en materia de salud. El nivel intermedio, por su parte, se orienta a evaluar aquellos programas definidos como prioritarios, dada su aportación al cumplimiento de los objetivos sociales en materia de salud a nivel nacional, a fin de brindar evidencias sobre su instrumentación, ejecución y resultados. La evaluación del Sistema de Protección Social en Salud, es un ejemplo de los ejercicios de evaluación a nivel intermedio. Finalmente, la evaluación a nivel micro tiene el propósito de apoyar la gerencia de servicios y la toma de decisiones a nivel operativo, por lo cual se orienta a valorar la prestación de los servicios personales o clínicos y los servicios no personales o de salud pública. Cabe señalar que de acuerdo con el PROSESA 2007-2012, la evaluación en el campo de la salud tiene como propósito medir los resultados, impacto y eficiencia con la que opera el sistema de salud, y la forma en que se están cumpliendo los objetivos de política en salud y las estrategias que orientan la actividad del sector. Para lograrlo es necesario implantar procedimientos que den seguimiento y evalúen las metas e indicadores vinculados a dichos objetivos y estrategias, y que están relacionados a líneas acción específicas, a fin de medir el grado de avance de las iniciativas implantadas y disponer de evidencias que permitan ajustar su operación y mejorar su desempeño. En este sentido, la implantación del modelo integral de evaluación se sustenta en la siguiente estrategia: consolidar a la evaluación dentro del sistema de salud como herramienta efectiva de la función de rectoría, a fin de vincular las acciones en materia de evaluación propuestas en el modelo con las funciones básicas del sistema nacional de salud.

De acuerdo con el marco y los objetivos mencionados, los procesos de evaluación, tanto institucionales como sectoriales, que se implantarán durante la presente administración deberán tener las siguientes características:

i) Integrales, al combinar modelos que permitan generar evidencia sobre la forma en que se realizan las funciones básicas del sistema de salud —prestación de servicios, financiamiento, generación de recursos y rectoría; sobre la operación de programas y servicios de salud y sus resultados, especialmente de aquellos programas que se establezcan como prioritarios, y sobre el cumplimiento de los objetivos finales e intermedios del sistema de salud;

ii) Normativos, al establecer la aplicación homogénea de métodos y criterios para evaluar y dar seguimiento a las acciones y actividades institucionales y sectoriales;

iii) Comparativos, al contrastar los resultados obtenidos por las instituciones públicas de salud en el ámbito nacional y estatal, y los resultados específicos a grupos poblacionales y unidades de atención. Esta comparación de resultados debe conceptualizarse como un proceso de mejora y no como un factor que desaliente a los operadores de los servicios, dando énfasis a la adopción de las mejores prácticas y a la corrección y adecuación no punitiva de las desviaciones detectadas;

iv) Dinámicos, al incorporar actualizaciones y adecuaciones derivadas de los procesos de planeación y ejecución de las políticas, programas y servicios de salud;

v) Participativos, al integrar los conocimientos y experiencias de los recursos humanos involucrados en los procesos de evaluación dentro de las instituciones del sector salud y las observaciones y comentarios tanto de los prestadores como de los usuarios de los servicios;

vi) Retroalimentadores, al integrar mecanismos que permitan diseminar, entre los diversos usuarios de las dependencias e instituciones de salud, los resultados de los ejercicios de evaluación y seguimiento, a fin de apoyar la definición de políticas, toma de decisiones, y la gerencia de servicios, y

vii) Que fomenten la rendición de cuentas y el acceso a la información pública.



Última modificación :
Miércoles 06 de noviembre de 2014